Prácticamente han pasado desapercibidos ante la monótona mirada de los
vecinos; e incluso la de esos curiosos visitantes que escudriñan con atención
cualquier detalle de los que, por norma, suelen escaparse al resto de profanos.
Los escudos que aún se
conservan en las fachadas de un numeroso grupo de edificios, son un tesoro
patrimonial muy interesante, descubriendo la variedad y riqueza del pasado
histórico zarceño.
Aquí, en este breve
artículo, se recogen, únicamente, algunos de esos blasones. Quedan por incluir
los que, en su día, representaron a familias de rancio abolengo, como Alemán,
Hurtado, Andrade, Agudelo... Hoy, por infortunio, desaparecidos, pero todavía
recordados.
Desde luego, en la nómina
de piedra también dejamos hueco para la insignia Municipal, por cierto, de
reciente aprobación, sustituyendo a otra pieza que, curiosamente, tampoco hizo
honor al fundacional de la villa, del que ya ni memoria queda.
En cualquier caso, entre
todos sumaron un conjunto heráldico que llegó alcanzar la veintena de
ejemplares.
Lamentablemente, como se
puede apreciar en la imagen que acompaña al final del texto, la mayoría están
muy borrados en la actualidad. No se destacan sus rasgos y elementos
originales. En unos el discurrir del tiempo fue causa de tal deterioro; pero,
en otros, la mano del hombre provocó pérdidas irreparables en sus nobles
formas.
Ojala, con esta semblanza
heráldica, podamos contribuir, sino a recuperarlos, sí, al menos, para que no
continúen ocultos en el olvido, esperando que, algún día, vuelvan a dar lustre
a los edificios dónde antaño lucieron.
Conozcámoslos en más
detalle.
1.
Fachada de la ermita de San Juan Apóstol: águila, rodeada del cordón de San Francisco. El
ave era emblema central en el escudo de la familia Sande, uno de cuyos miembros
mandó construir el eremitorio citado, dejando el sello de su patronazgo en el
blasón. Por cierto, quien así lo ordenó se llamaba, como no podía ser de otro
modo, Juan.
2.
Casa-solar de la familia SANDE. Edificio anexo a la
capilla mencionada. El águila vuelve a aparecer como figura esencial. Fueron
los Sande zarceños el linaje más emblemático. Este blasón, representativo de su
papel oligárquico, fue tallado, al igual que el del eremitorio adjunto, a
finales del siglo XVII.
3.
Fachada de la Real
Fábrica de Sedas, sede para la Real
Compañía de Comercio y Fábricas de Extremadura, creada el año 1749 a iniciativa de un
grupo de comerciantes zarceños, y con patrocinio de la corona española. Por
este motivo el escudo Real campea sobre la puerta primera de semejante
construcción. En la fachada posterior del edificio, luce otro armorial similar.
4.
Casa-solar de los BORRELLAS, engrandecida con el escudo
de uno de sus miembros más destacados, Bartolomé Hernández Borrellas, quien
recibiera título de Inquisidor. Regente que fue de un importantísimo legado
patrimonial, heredado de sus mayores; pero, también, como era costumbre, por
vía de su matrimonio con María de Sande Sánchez “la Prieta”, de noble estirpe local. Unión de sangre azul en tiempos
de guerras.
5.
Casa-solar de la familia MONTERO, apellido común en
Zarza la Mayor, una de cuyas ramas con mayor solera engendro a nobles varones,
poseedores de tierras, ganados, casas y otros bienes en término zarceño, e
incluso más allá de los límites comarcales. Valentía militar aportada por el célebre
capitán Polán. Carabina y espada.
6.
Casa-solar de Diego Morán González, más conocido entre
sus vecinos como Diego Morán Jérez Zango “el
Menor”, para diferenciarlo de su progenitor. El hijo heredó el mayorazgo de
su ascendencia paterna, añadiéndole el título de alcalde y, por si fuera poco,
también el de Familiar de la Santa
Inquisición. Los MORAN, desde siempre presentes.
7.
Escudo Municipal, ya abolido, pero conservando el
elemento preferencial que simboliza la génesis del pueblo: una zarza ardiendo,
acompañada por sendas cruces de la Orden de Alcántara. Aquí, en la piedra, todo
es historia grande.
8.
Casa-solar de Diego Morán Jérez “el Mayor”, cabeza de comerciantes zarceños, e impulsor, junto con
otros, de ilusionante proyecto fabril para la manufacturación de la seda. El
sonido del dinero le aupó a la élite. Y dejo su firma en el granito cincelado.
9.
Casa-solar de los CACERES, ostentando el blasón que
ordenara labrar Andrés Hernández de Cáceres y Obregón. Curiosamente, este
escudo ya no es visible, pues los actuales dueños del edificio lo retiraron de
su ubicación original. Un tesoro más que se pierde.
10.
Palacio de la
Encomienda, con sus tres emblemas principales. En medio, el único que
conserva su factura originaria: el escudo Real. Y una ilustrativa leyenda
<<…Hiçose esta obra siendo maestro
della Manuel Galavis…>>, alusión al laborioso albañil que, recién inaugurado
el siglo XVII, reformó el viejo solar que en otras épocas fuera propiedad de la Orden de Alcántara. Los
blasones que respaldan dejaron ver símbolos del Pereiro y un recogido Ave
María.
11. Tiara religiosa, en la casa que antaño perteneciera a un ilustre miembro
de la oligarquía eclesiástica local, cofrade que fue de la Santa Hermandad de San Pedro. Nos referimos al presbitero Calvo.
Eminencia literaria y religiosa del Siglo de Oro zarceño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario